Las máquinas de limpieza con agua presión, también llamadas hidrolimpiadoras, son un recurso muy popular aplicable a multitud de tareas de limpieza siendo por ello máquina imprescindible en toda empresa de limpieza.

Su funcionamiento básico consiste en alimentar una máquina mediante  un flujo continuo de agua para que esta le aplique presión y pueda ser lanzada a gran velocidad a través de una lanza con boquilla regulable.

La boquilla regulable nos permitirá abrir o concentrar el flujo de agua según sea necesario.

La gama de máquinas de limpieza con agua a presión es muy grande, desde pequeñas hidrolimpiadoras de uso doméstico, hasta instalaciones industriales fijas.

Máquinas de limpieza con agua a presión fría.

Las máquinas hidrolimpiadoras de agua fría carecen de calderín motivo por el cual se abarata su coste.

Las de uso doméstico alcanzan una presión desde 90 a 150 bares, mientras que las de uso industrial pueden alcanzar más de 350 bares.

Hidrolimpiadoras agua caliente

Las hidrolimpiadoras de agua caliente añaden a la acción mecánica de la energía cinética del agua, la temperatura, lo que ayudará en la función de limpieza.

La temperatura del agua se consigue mediante un calderín que puede funcionar de mediante combustión o bien mediante resistencia eléctrica.

Las máquinas para la limpieza con agua caliente a presión pueden alcanzar temperaturas de 90 grados motivo por el cual aumenta su capacidad de limpieza.

Chorreado de arena

Una técnica que multiplica el poder de limpieza de este tipo de máquinas, consiste en añadir un flujo de arena (u otro tipo de abrasivos) para que sea lanzada junto con el agua, es lo que se llama chorreado de arena.

El chorreado de arena es muy utilizado para la limpieza de fachadas, desengrase industrial, eliminación de grafitis etc.

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